RADAR POLÍTICO
Joel Sánchez Rodríguez
@JoelSanRadar
25 AÑOS…
Cuando han transcurrido 25 años desde aquel 23 de marzo de 1994, día en el que fue asesinado de manera cobarde Luis Donaldo Colosio Murrieta, el homicidio de quien fuera candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional ha vuelto al escenario público, no solo por el 25 aniversario luctuoso del político sonorense, sino también porque la empresa de entretenimiento Netflix, puso en circulación la serie “Historia de un Crimen”, que al mismo tiempo que pone el tema de moda, agita las aguas resurgiendo el reclamo de justicia.
Para las nuevas generaciones, el nombre de Colosio representa muy poco, pues el único referente que tienen de él es lo que escuchan en sus padres y abuelos que ven la muerte del líder priista como un hecho que cambió la historia política de México; y escuchan que se trató de un político honesto, cuyo gobierno habría dado al país un rumbo muy diferente al que tomó con los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y ahora el de Andrés Manuel López Obrador.
Pero si para alguien tiene un fuerte significado el aniversario luctuoso, es para los priistas, que ven a su partido prácticamente en ruinas, que saben que una de sus pocas fortalezas y capitales está precisamente en el pensamiento colosista que en diversos rubros está más vigente que nunca y por ello la militancia auténtica, continua sin avalar la tesis del asesino solitario, exigiendo justicia y que se aclare quién o quienes pudieron estar detrás del crimen, aunque los señalamientos de culpa siempre han enfocado hacia el ex-presidente Carlos Salinas de Gortari.
EN HIDALGO…
Y así como cambió el escenario político de México, en Hidalgo la muerte de Colosio también generó cambios internos en la política local: la llegada de Ernesto Zedillo Ponce de León –que ni priista era- a la postulación presidencial como candidato sustituto, permitió a algunos gobernadores tan hábiles como Jesús Murillo Karam el afianzar su poder en el ámbito estatal e influir fuertemente en la designación de candidatos a diputados federales y senadores para la elección de 1994, lo que en la entidad se dio en mayo de ese año, apenas seis semanas después del homicidio en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana.
En Hidalgo las designaciones al Senado recayeron en José Guadarrama Márquez y Matías Cruz Mera como candidatos propietario y suplente en la primera fórmula, mientras que la segunda correspondió a Carlos Romero Deschamps y Fernando Quetzalcóatl Moctezuma Pereda, imponiéndose como aspirante al líder petrolero pese a que –nacido en Tamaulipas-, ni siquiera es originario de la entidad, no conocía los municipios del estado y tendría que hacer campaña de la mano de Pepe, a quien no le pudieron arrancar la postulación por la estrecha cercanía que tuvo con Colosio.
La candidatura a la diputación federal por Pachuca recayó en el entonces dirigente estatal del PRI, Mario Viornery Mendoza; por Tulancingo el candidato fue Aurelio Marín Huazo; Tula de Allende, Guillermo Álvarez Cuevas; Ixmiquilpan, Roberto Pedraza Martínez; Actopan, Prisciliano Gutiérrez Hernández y, por Tepeapulco, Miguel Ángel Islas Chio. Después de 25 años, la mayoría de ellos está fuera del ámbito político.
NO SE SUELTAN…
Quienes no parecen estar dispuestos a soltarse del presupuesto, son los dirigentes y militantes de lo que queda del Partido Encuentro Social (PES), que en las elecciones del 1º de julio no fueron capaces de alcanzar el 3 por ciento de la votación y que durante meses mediante diversos procedimientos legales prolongaron la agonía del instituto político, al que por fin puso punto final una sentencia de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuyos magistrados desecharon el argumento de que sí tenían el 3% de espacios en el Congreso de la Unión, como razonamiento para mantener el registro.
Pero en Hidalgo la dirigencia que encabeza el ex diputado huasteco Daniel Andrade Zurutuza no parece estar dispuesta a perder el negocio que para ellos representan las prerrogativas y han anunciado que como en Hidalgo sí alcanzaron la votación requerida, solicitarán ante el Instituto Estatal Electoral su registro como partido político local, pues aseguran haberse consolidado al lograr 7 alcaldías y una diputación plurinominal en las elecciones del 2016 y después dos diputaciones en los comicios del 2018, aunque en realidad una fue en coalición y otra más fue por la diputada chapulina Jajaira Aceves que brincó de un partido a otro y luego a otro.
Encuentro Social busca afianzarse al presupuesto, por lo que siguiendo el ejemplo de Nueva Alianza, que también perdió el registro a nivel federal, reconstruye sus ruinas en el ámbito local, con tal de asegurar prerrogativas y su participación en el proceso electoral del 2020.
VISITANTE FRECUENTE…
Quien parece sentirse muy a gusto en Hidalgo y mantener una relación cada vez más cercana con la administración estatal y el gobernador Omar Fayad Meneses, es el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que apenas visitó la entidad el pasado lunes 18 de marzo para celebrar el 81 aniversario de la Expropiación Petrolera en la refinería “Miguel Hidalgo” de Tula y ya anunció su visita para el próximo sábado 30 a la ciudad de Huejutla.
En Tula prácticamente puso en marcha el plan energético sexenal al detallarse las acciones mediante las cuales se reactivará la producción petrolera y de combustibles en PEMEX, mientras que en Huejutla, pondrá en marcha los programas sociales de la secretaría del Bienestar, que estarán orientados al apoyo de los grupos más vulnerables.
Ya en calidad de presidente, López Obrador ha visitado municipios como Pachuca, Tulancingo, Francisco I Madero y Tula de Allende, así como Tlahuelilpan y mantenido una coordinación estrecha en el trabajo con la administración estatal, algo que no hubieran querido los opositores locales, que le apuestan más a la división y no al trabajo conjunto.
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