Huautla, Hidalgo.– La tragedia golpeó con fuerza a los habitantes del Tamoyón I, en la región huasteca de Hidalgo, donde el desbordamiento del río arrasó con todo a su paso. Durante la madrugada del jueves, el repique desesperado de la campana de la iglesia fue la única alerta que tuvieron los pobladores antes de que la corriente invadiera el lugar.
El agua destruyó viviendas, se llevó animales de corral y acabó con los cultivos de maíz, frijol, jamaica, pimienta, naranja y flores, que representaban la principal fuente de sustento de las familias. El cauce también colapsó el puente que unía a más de 18 comunidades, entre ellas Coatzongo, Huitzotlaco, Aquetzpalco, Chalacuaco, Zacatipa, Acatepec, El Lindero y Piltepeco, dejando a cientos de personas aisladas.
En Río Calabozo y Tempexquisco la escena es desoladora. Las calles quedaron cubiertas de lodo y escombros; los caminos, intransitables. Desde hace varios días, no cuentan con energía eléctrica ni comunicación, mientras los habitantes sobreviven con lo poco que lograron rescatar.
Vecinos de la zona denunciaron que la ayuda se ha concentrado en otros municipios y que, hasta el momento, no han recibido víveres ni maquinaria para limpiar los accesos. “Aquí nadie ha llegado, seguimos solos”, lamentó uno de los afectados.
Protección Civil estatal mantiene un monitoreo permanente de la región, aunque el difícil acceso y las condiciones del terreno complican el ingreso de brigadas y suministros. Entretanto, los pobladores del Tamoyón I enfrentan la pérdida total de su patrimonio y la incertidumbre de no saber cuándo llegará la ayuda.