Pachuca.— En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres (25N), colectivas y víctimas de distintas formas de agresión acudieron a las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos para denunciar omisiones, exigir justicia y visibilizar casos de violencia vicaria, de género, económica, acoso y violencia sexual.
La manifestación, convocada por mujeres del “Mercadito Las Insurgentes” y madres que enfrentan disputas legales por la custodia de sus hijas e hijos, instaló sobre la fachada del inmueble una serie de testimonios escritos a mano, carteles y evidencias que relatan agresiones ocurridas en entornos familiares, escolares y comunitarios.
Testimonios que evidencian violencia sexual y culpabilización
Entre los mensajes colocados en el muro destaca una carta escrita por una joven que relata haber sido revictimizada por su entorno cercano tras un episodio de violencia sexual. En el texto denuncia que fue acusada de “haberlo buscado” y que sus agresores minimizaron lo ocurrido, mientras amigos y compañeros continuaron relacionándose con los presuntos responsables.
Asimismo, describe episodios de acoso y presión ejercidos por conocidos dentro de espacios educativos y sociales, así como el abandono y desinterés de quienes estaban presentes cuando ocurrieron los hechos.
Denuncia de violencia vicaria: seis meses sin conocer el paradero de su hija
Otra de las manifestantes portaba un cartel donde señala ser víctima de violencia vicaria, acusando a un agresor identificado solo como Armando “N” de sustraer a su hija desde hace meses y de impedir cualquier contacto.
La madre responsabiliza también a la abuela paterna Rosario “N” de complicidad en la desaparición de la menor y acusa a las autoridades familiares de no haber emitido acciones efectivas para garantizar la restitución del vínculo materno-filial.
Frente a la sede se colocó un tendedero con imágenes de la menor, frases de denuncia y un gran cartel con la leyenda: “Me quitaron a mi hija, me quitaron la vida. ¡Regrésenme a mi niña!”.
Exigen que Derechos Humanos actúe
Durante la protesta, las participantes señalaron que las instituciones de procuración de justicia y los juzgados familiares han incumplido con su deber de proteger a las víctimas.
Aseguran que las demoras, la falta de seguimiento y la indiferencia institucional aumentan el riesgo para mujeres y niñas que viven situaciones de violencia.
Se acusó también que algunas madres que han denunciado agresiones reciben señalamientos de “exageradas”, “locas” o “conflictivas”, lo que constituye revictimización y abre la puerta a nuevas formas de violencia.
25N: un reclamo urgente
En este 25N, las mujeres reunidas frente a Derechos Humanos recordaron que la violencia contra las mujeres persiste en múltiples formas sexual, emocional, económica, familiar y vicaria y que la ausencia de medidas reales de protección continúa agravando casos que podrían evitarse.
Con cruces rosas, pañuelos morados y carteles hechos a mano, exigieron que sus denuncias sean atendidas con perspectiva de género y que ninguna mujer tenga que suplicar para ser escuchada.