Pachuca, Hgo. – México registra una prevalencia estimada de un caso de autismo por cada 120 a 130 niñas y niños. Sin embargo, especialistas del Instituto de Ciencias de la Rehabilitación Integral (INCRI A.C.) advirtieron que esta cifra podría haber aumentado de manera significativa tras la pandemia, incluso hasta triplicarse, sin que existan registros oficiales actualizados que permitan dimensionar la problemática.
De acuerdo con Cohutec Vargas Genis, presidente del INCRI A.C., el país carece de datos sólidos sobre la prevalencia real del Trastorno del Espectro Autista (TEA). En contraste, en Estados Unidos se calcula que uno de cada 34 niños vive con esta condición, lo que refleja una diferencia sustancial en los niveles de diagnóstico y documentación.
Los factores que podrían haber provocado este incremento en México incluyen el aislamiento prolongado durante la pandemia, la sobreexposición a dispositivos digitales, la reducción del diálogo familiar y deficiencias en la alimentación infantil. “El autismo es hoy una de las principales causas de atención neuropediátrica, pero la falta de diagnóstico oportuno y de comprensión profunda sobre la condición genera un subregistro grave”, sostuvo Vargas Genis.
El TEA se manifiesta como una condición del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la socialización, el comportamiento y presenta patrones repetitivos o estereotipados. Su diagnóstico resulta complejo debido a la amplitud del espectro de síntomas, lo que ha derivado en interpretaciones equivocadas o subestimadas tanto por docentes como por profesionales de salud.
“El problema no es solo médico o educativo; es estructural”, afirmó la criminóloga educativa Alma Lorena Pérez Tlapanco, coordinadora nacional de neuroeducación. Explicó que niñas y niños con autismo frecuentemente enfrentan violencia escolar y discriminación, debido a la falta de formación especializada entre el personal docente.
En ese contexto fue presentada en Pachuca la colección editorial “Manejo Multisistémico del Espectro Autista”, un conjunto de cinco libros que abordan el TEA desde un enfoque clínico, sensorial, educativo y familiar. Más de 40 especialistas mexicanos participaron en su elaboración, bajo la coordinación del INCRI A.C.
La colección ofrece herramientas actualizadas y fundamentadas para identificar, tratar y acompañar a personas con autismo desde edades tempranas. Alejandra Luna Torres, directora del Centro Nacional en Neurorehabilitación, señaló que se trata de una obra sin precedentes en el país. “No existe otra referencia en México con esta profundidad y amplitud temática”, aseguró.
Por su parte, Beatriz Sandoval Cázares, una de las autoras, subrayó la urgencia de formar comunidades educativas y familiares que reconozcan e integren a las personas con TEA. “El conocimiento es la clave para la inclusión y para romper el ciclo de ignorancia que perpetúa la exclusión y la violencia”, dijo.
Durante la conferencia también se destacó un dato alarmante: al menos 30 por ciento de los niños con espectro autista han sido víctimas de violencia física, abandono o abuso sexual, según investigaciones recientes.
Los especialistas coincidieron en que el autismo debe abordarse como una condición de vida multisistémica neurológica, nutrimental, inmunológica y genética y que un manejo integral, con intervención temprana y equipos multidisciplinarios, mejora significativamente el pronóstico y la calidad de vida de quienes viven con esta condición.