Tepetitlán, Hidalgo. — Un incendio registrado la mañana de este jueves en un camino de terracería de la comunidad Xithi Primera Sección dejó al descubierto un presunto centro clandestino de almacenamiento de combustible robado.
Aunque no se reportaron personas lesionadas ni detenidas, autoridades hallaron dos camionetas calcinadas, ambas adaptadas con estructuras metálicas diseñadas para transportar bidones de mil litros, un método comúnmente utilizado por bandas dedicadas al robo de hidrocarburos.
El siniestro movilizó a cuerpos de emergencia municipales y estatales, así como a elementos de la Guardia Nacional, Protección Civil y personal de Pemex. Tras controlar las llamas, los indicios reforzaron la sospecha de que el inmueble, aparentemente una vivienda, era utilizado como bodega para actividades ilegales relacionadas con el huachicol.
La propiedad del sitio aún no ha sido determinada oficialmente. Autoridades han restringido el acceso a la zona, lo que ha limitado la difusión de información. Sin embargo, habitantes de la comunidad señalaron que ya habían denunciado movimientos sospechosos en ese lugar, especialmente durante la noche.
Este incidente ocurre en un contexto de creciente preocupación en Tepetitlán, municipio ubicado en una de las regiones con mayor incidencia de robo de combustible en el estado de Hidalgo. Organizaciones civiles y vecinos han exigido una investigación profunda, ante el temor de que estas operaciones ilícitas continúen con el presunto respaldo —o indiferencia— de las autoridades locales.
La presidenta municipal, Ana Elsa Castillo Cea, no ha emitido declaración alguna sobre el caso. No obstante, su administración ha sido señalada en múltiples ocasiones por supuesta inacción frente a la expansión del crimen organizado en la zona. La reciente destitución del director de Seguridad Pública, Carlos Pichardo Arroyo, fue interpretada por algunos sectores como un intento por desmarcarse del problema, aunque el nuevo titular, Javier Albino Albino, también ha sido vinculado a señalamientos similares en otro municipio.
Mientras tanto, los pobladores de Tepetitlán viven con el miedo constante de nuevas explosiones y sin garantías claras de que su seguridad esté siendo atendida con seriedad por parte de las autoridades.