Pachuca, Hgo. – A ocho años del feminicidio de Gloria Sintia Saldaña González, su cuerpo fue llevado en un ataúd blanco a las puertas de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH), donde su familia denunció impunidad y omisiones que, aseguran, marcaron la investigación desde un inicio.
Vestidos de blanco y con velos morados, familiares y amigos acompañaron a Mayra González, hermana de la víctima para exigir justicia. Con los restos de Gloria presentes lamentaron que el caso sigue sin resolverse.
El féretro fue colocado en la entrada principal del edificio, junto a una manta con la consigna: de justicia.
La familia acusó a dos exfuncionarios el ex procurador Ramiro Lara Salinas y el ex ombudsman Alejandro Habib Nicolás, de haber obstruido la indagatoria, al no garantizar que se practicara una autopsia completa ni preservar debidamente las evidencias.
Entre las omisiones señaladas se encuentra la falta de raspado de uñas, procedimiento clave en casos de feminicidio. Según Mayra, esas fallas comprometieron de forma irreparable la ruta judicial.
El caso de Gloria comenzó en 2016, al desaparecer en Xicotepec, Puebla de donde era originaria. Fue localizada sin vida dos años después, en el municipio hidalguense de Agua Blanca. Así también su hermana Mayra señaló que el presunto agresor fue detenido en 2022, pero el proceso judicial sigue en fase intermedia, ya que promovió un juicio de amparo.
La exhumación de los restos responde también a una decisión personal de la familia: trasladar a Gloria a Agua Blanca para darle sepultura definitiva. Sin embargo, el paso por la sede de la PGJEH no fue un accidente. “Tuvimos que traerla aquí para que la justicia nos vea. Ocho años después, seguimos esperando respuestas”, dijo Mayra frente al féretro de su hermana.
