La noche del 18 de noviembre, el bar Entre Caníbales, un espacio emblemático para la comunidad rockera de Pachuca, fue víctima de un robo que ha dejado un vacío no solo económico, sino también cultural en la ciudad. El bar, conocido por promover la música en vivo y apoyar a bandas locales, sufrió la sustracción de equipo esencial para sus presentaciones.
Entre los artículos robados se encuentran una pantalla de 85 pulgadas, amplificadores de marcas reconocidas, bocinas, una mezcladora digital y luces profesionales, herramientas clave para las actividades del lugar. El saqueo ocurrió en la calle Guerrero, junto al Manzanillo, y ha generado una fuerte indignación en la escena musical de Pachuca.
Mango Récords, la agencia encargada del bar, expresó su frustración a través de redes sociales, señalando que este acto afecta directamente a los artistas y al público que disfruta de los eventos organizados en este espacio. Hicieron un llamado a la ciudadanía para ayudar a localizar el equipo robado, revisando en casas de empeño, mercados informales o redes sociales, y ofrecieron una recompensa por información que permita recuperar los bienes.
El robo, además de representar una pérdida económica significativa, pone en riesgo la continuidad de los eventos musicales que Entre Caníbales había consolidado como un referente en la promoción de talentos emergentes. Mango Récords también informó que ya interpuso una denuncia formal ante las autoridades, quienes han iniciado una investigación, pero recalcaron que el apoyo ciudadano será crucial para resolver el caso.
En redes sociales, la indignación no se hizo esperar. Comentarios de usuarios reflejan el enojo y la tristeza por lo ocurrido, destacando la importancia del bar como un espacio cultural para Pachuca. Mango Récords concluyó su mensaje con un llamado a la unidad: “Este lugar fue creado para todos. La escena del rock en Pachuca depende de que trabajemos juntos para superar este golpe.”