Con el 45% de su cuerpo afectado por una descarga eléctrica, un joven de 14 años originario de Ajacuba vivió una carrera contra el tiempo tras ingresar de emergencia al Hospital General de Alta Especialidad en Pachuca. Su diagnóstico: quemaduras de segundo grado en casi la mitad del cuerpo.
Gracias a la rápida reacción del equipo médico del IMSS Bienestar, el menor fue estabilizado y se activó un protocolo de alta complejidad que culminó este lunes con su traslado aéreo a Galveston, Texas, donde será atendido en el Hospital Shriners para Niños, una de las instituciones más especializadas en quemaduras pediátricas en el mundo.
El operativo médico fue posible con el apoyo de la Fundación Michou y Mau, expertos en emergencias pediátricas, y coordinado por Aerotransportes Internacionales de Torreón (AITSA), quienes garantizaron un vuelo seguro y bajo vigilancia médica.
Este esfuerzo refleja el compromiso de los Servicios Públicos de Salud por brindar atención especializada sin fronteras, donde la prioridad es salvar vidas.
Una historia que comenzó en Ajacuba y que ahora vuela rumbo a la esperanza.