El Voluntariado DIF Tulancingo, reafirmando su compromiso con el bienestar de la infancia, realizó una gestión significativa en beneficio de un menor de 2 años, con iniciales E.C.R., quien desde su nacimiento enfrentó complicaciones de salud derivadas de su condición de prematuro.
Gracias al trabajo coordinado de la presidenta del Patronato Jessica Garrido Cázares, la directora del Voluntariado Arisbel Martínez García, así como del grupo de damas voluntarias, fue posible otorgar un aparato auditivo especializado al pequeño. Esta herramienta representa una mejora sustancial en su desarrollo y en su calidad de vida, al brindarle la posibilidad de un mejor acceso a la comunicación y a una infancia plena.
La madre del menor, Perla Ramírez, expresó su agradecimiento a las damas voluntarias por el acompañamiento y apoyo recibido, señalando que este aparato es una esperanza para que su hijo pueda desenvolverse con mayor facilidad en su entorno familiar, escolar y social en un futuro cercano.
Este logro se concretó gracias a la colaboración con la institución Mejor Visión, que de manera semanal realiza campañas visuales en el Instituto de Capacitación y Asistencia Médica DIF, brindando consultas y venta de armazones a bajo costo. Los recursos obtenidos de estas campañas son canalizados para apoyar causas de impacto social, como la adquisición del dispositivo auditivo entregado en esta ocasión.
La presidenta del Patronato Jessica Garrido Cázares destacó que estas acciones reflejan el espíritu solidario del Voluntariado del DIF, el cual trabaja de manera permanente para atender las necesidades de los sectores más vulnerables de la población.
Asimismo, la alcaldesa municipal Lorena García Cázares, reconoció y respaldó esta labor, reafirmando que para la actual administración la salud y el bienestar de la niñez son una prioridad. Subrayó que estas gestiones contribuyen a garantizar que los niños del municipio crezcan en un entorno más saludable, con mejores oportunidades de desarrollo y una niñez digna.
Con acciones como esta, trabajar con voluntad, empatía, responsabilidad y cercanía hacia las familias, procurando siempre que ninguna niña o niño quede sin acceso a los servicios y apoyos que fortalezcan su salud y calidad de vida.