La calma en Yahualica se rompió esta semana con una protesta que no solo detuvo el tránsito, sino que dejó una cicatriz literal en la carretera. Con una retroexcavadora, pobladores de Mecatlán cavaron una zanja de más de un metro de profundidad y medio metro de ancho sobre la vía Atlapexco-Calnali, justo en el cruce hacia la cabecera municipal. El mensaje: si no hay respuesta, tampoco hay paso.
Durante varios días, los inconformes mantuvieron cerrado el acceso, exigiendo recursos económicos por varios millones de pesos, así como apoyo en especie y la contratación de grupos musicales. El ayuntamiento respondió con un comunicado en el que se declaró incapaz de cubrir tales exigencias, pero abierto a brindar ayuda dentro de sus posibilidades.
La protesta concluyó con el retiro del grupo, pero dejó tras de sí una carretera inservible y un clima de tensión en la zona. Ninguna autoridad estatal se ha hecho presente hasta ahora, y tampoco se han presentado denuncias por los daños.
El tramo permanece cerrado, afectando a comunidades que dependen de esa vía para sus actividades cotidianas. Mientras tanto, Yahualica espera no solo la reparación del camino, sino una solución de fondo al conflicto que lo originó.
