RADAR POLÍTICO

Joel Sánchez Rodríguez

@JoelSanRadar

PGJEH, SACUDIDA…

Derivado de la baja productividad de algunos y diversas irregularidades administrativas por parte de otros, éste fin de semana se registró la renuncia y cese de los subprocuradores Mario Rico Moreno, de Derechos Humanos y Servicios a la Comunidad y de Julio Cesar Trujillo Meneses, de Procedimientos Penales en la zona poniente, así como del titular del Centro de Justicia Restaurativa, Eduardo Cabrera, quienes finalmente dejaron el cargo.

Junto con ellos sale de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, el primer comandante de la Policía Investigadora, Arturo Cruz Rosales, a quien –según trascendió- se le podrían fincar responsabilidades una vez que la Contraloría concluya las indagatorias respecto a supuestas irregularidades en su función.

Lo anterior es la más fuerte sacudida que se registra en la PGJEH desde el arribo de Raúl Arroyo González como procurador, quien luego de rendir protesta ante el Congreso local, anunció que habría una reestructuración en la dependencia. Se afirma que muy pronto habrá más cambios al interior de la procuraduría, primero para cubrir las posiciones que quedaron acéfalas y para atender otras vacantes.

Dicen que Raúl Arroyo recibe presiones por parte de un grupo de abogados que le exigen una fiscalía, a cambio de ya no presionar al Gobierno del Estado con otros asuntos. Ya veremos.

SIN DUDA…

Los violentos hechos que derivaron en el deceso del joven Gerardo Sosa Cravioto, representan también una fuerte sacudida para la Procuraduría General de Justicia del Estado, pues por el elemento político que rodea al hecho, es obligado que la dependencia realice una investigación seria y profunda, que no deje lugar a dudas del móvil que originó el homicidio y por supuesto, que se identifique plenamente y se logre su detención, del probable o probables responsables.

Hijo del presidente del patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Gerardo Sosa Castelán, quien además es el indiscutible líder de un importante grupo político, el joven Sosa Cravioto fue victimado en hechos que deben quedar totalmente esclarecidos, sin dudas, sin error, sin chivos expiatorios y obviamente sin impunidad, porque de no hacerse así, no se logrará la credibilidad social en las investigaciones.

Por diversas razones, los hechos conmocionaron a un amplio sector de la sociedad, por lo que el reclamo colectivo de justicia, debe ser satisfecho por la procuraduría hidalguense.

AL VIEJO ESTILO…

Al más puro estilo priista, es decir, escuchando a la militancia y siempre actuando democráticamente, este domingo el Partido Revolucionario Institucional en Hidalgo, concretó el relevo en la presidencia del comité directivo estatal (CDE), luego de la renuncia al cargo por parte de Leoncio Pineda Godos, quien concluyó su periodo en el mes de diciembre y extendió su gestión hasta que ayer sesionó de manera extraordinaria el Consejo Político Estatal.

Sin mayores sorpresas, por orden de prelación asumió la presidencia la ex-diputada federal Erika Rodríguez Hernández, quien se ocupaba la secretaría general y, en su lugar, arribó Julio Manuel Valera Piedras, diputado local, quien apenas este fin de semana había sido designado secretario de organización y en unas cuantas horas se convirtió en el segundo más importante dentro del organigrama tricolor.

Erika Rodríguez y Julio Valera asumen así la presidencia y la secretaría general del CDE, respectivamente y, aunque pareciera que con #LadyFuero al frente, el grupo político de los Pedraza tendría el control partidista, se afirma que la verdad el verdadero mandamás será Valera Piedras, quien cuenta con la confianza del alto mando priista, que al final es lo único que cuenta para dirigir un partido como el PRI hidalguense, en el que la militancia obedece ciegamente y admite como dirigente a quién les ordenen hacerlo.

CON ESOS AMIGOS…

Donde parece que no entienden de lealtades ni en lo más mínimo lo que es la solidaridad partidista, es en el Partido Acción Nacional en Hidalgo; solo así se explica que aprovechando la huelga del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio de Pachuca (SUTSMP), la dirigencia estatal que encabeza Cornelio García Villanueva, lejos de respaldar a la alcaldesa Yolanda Tellería Beltrán, a quien el PAN postuló a la alcaldía pachuqueña, se le fue en contra al exigirle públicamente que resuelva los problemas de la capital hidalguense y al asegurar que no ha cumplido en nada las expectativas de cuando se le postuló.

Ciertamente un partido político debe exigirle a los presidentes municipales, especialmente a quienes hayan emanado de ese instituto político si es que se quiere mantener la credibilidad de los electores, pero en el caso del PAN Hidalgo, eso jamás ha ocurrido, en cuanto se señala o acusa de algo a alguno de sus presidentes municipales, en vez de exigir una investigación, inmediatamente salen en su defensa, como ha ocurrido en el caso de los alcaldes de Tlaxcoapan y Tepetitlán, Jovani Miguel León Cruz y Rodrigo Castillo Martínez, quienes en algún momento han sido sospechosos de solapar o de proteger a los huachicoleros que ordeñan los ductos de PEMEX.

Pero en el caso de Yolanda Tellería ocurre lo contrario, le arrecian las críticas y ni siquiera hacen un llamado al sindicato y a su dirigente para buscar un arreglo en favor de la ciudadanía. Pareciera que lo que le importa a la dirigencia de Cornelio García y a su verdadero patrón que está en el congreso, es el atacar a la alcaldesa y no el futuro inmediato de la capital hidalguense.

Mientras ello ocurre, la situación se torna cada vez más grave en cuanto a la huelga, pues se han afectado servicios de salud, suspendido la atención en los Centros de Asistencia Infantil Comunitarios y hasta espacios de diversión para niños. Este lunes se cumple la primer semana de huelga y según se advierte, va para largo el asunto.

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